DISTINTAS ESPECIES, UN ANTEPASADO
Sin ella no exisitiria nada de lo vivo (o casi nada).
Sin evolución no hay adaptación, y si no hay adaptación, la selección natural "te mata". Es un simple ejemplo de la importancia de la evolución
La evolución biológica, dicho simplemente, es descendencia con modificación. Esta definición abarca la evolución a pequeña escala (los cambios en la frecuencia génica de una población entre una generación y la siguiente) y la evolución a gran escala (la descendencia de especies diferentes a partir de un antepasado común durante muchas generaciones). La evolución nos ayuda a entender la historia de la vida.
La evolución biológica no es simplemente una cuestión de cambio con el paso del tiempo. Muchas cosas cambian con el tiempo: los árboles pierden las hojas, las cordilleras se elevan y se erosionan, pero no son ejemplos de evolución biológica porque no implican descendencia mediante herencia genética.
La idea central de la evolución biológica es que toda la vida de la Tierra comparte un antepasado común, de la misma manera que tú y tus primos compartís una abuela común.
Mediante el proceso de descendencia con modificación, el antepasado común de la vida de la Tierra dio lugar a la gran diversidad que vemos documentada en el registro fósil y a nuestro alrededor en la actualidad. La evolución significa que todos somos primos lejanos: las personas y los robles, los colibríes y las ballenas.
La evolución en Biología es sumamente importante, desde el conocimiento de los seres vivos, su lucha por la existencia, la selección natural que se da, como la supervivencia de los más aptos, la variación de las especies, de donde provenimos.
Recuerda que hay un dicho que dice "el que no conoce su historia tiende a cometer los mismos errores que en ella se encuentra", de nuestros orígenes aprendemos. Como dijo uno de los padres dela biología moderna, Theodosius Dobzhansy, "Nada tiene sentido en biología si no es a la luz de la evolución" (o algo así, más o menos, dependiendo de la traducción).
Recuerda que hay un dicho que dice "el que no conoce su historia tiende a cometer los mismos errores que en ella se encuentra", de nuestros orígenes aprendemos. Como dijo uno de los padres dela biología moderna, Theodosius Dobzhansy, "Nada tiene sentido en biología si no es a la luz de la evolución" (o algo así, más o menos, dependiendo de la traducción).
La Biología nace cuando aparecen las primeras teorías evolucionistas, como el transformismo de Lamarck (que es quien popularizó el nombre de Biología en su libro "Filosofía zoológica" de 1809). La evolución es la concepción teórica que unifica y rige todo el campo de la biología, es su teoría central, que le permite tener una identidad y un lenguaje propios; es decir, caracterizarse como una ciencia y no una rama de otra.
Sin evolución (es decir, el cambio heredable en las poblaciones a través del tiempo; hay muchas variaciones de la definición, pero esto es lo esencial) no hay Biología. Habrá historia natural u otras formas de estudiar la vida, pero no biología.
El reconocimiento, que nuestro mundo no permanece en un determinado estado estático, sino que está sujeto a un constante cambio, y que nuestras especies son el producto de una evolución, le debió darle inevitablemente un duro golpe al auto entendimiento del hombre. Hoy nos acostumbramos a la idea, que pertenecemos a una línea de desarrollo, que en el correr de millones de años nos ha separado de un antepasado simiesco. Los pasos determinantes se realizaron dentro de los últimos millones de años. Sabemos, que para este proces0 sólo puede ser responsable la selección natural. ¿Pero en base a los conocimientos de los eventos del pasado se pu3eden deducir predicciones para el desarrollo de la humanidad en el futuro? Sólo eso, que tampoco en el futro de la evolución orgánica no existirá ningún elemento teológico, que propiedades adquiridas tampoco serán heredados en el futuro y que no será posible imaginarse otro mecanismo fuera de la selección, que podría influenciar sobre la evolución biológica del hombre.-En pocas áreas de la biología el pensar en términos evolutivos ha tenido un efecto ten beneficioso como en la investigación del comportamiento. Ya los clásicos etólogos pudieron mostrar que algunos comportamientos, como por ejemplo en los distintos cortejos sexuales pueden ser indicios pueden ser indicios fiables para parentescos taxonómicos de la misma manera como lo son los detalles de las estructuras corporales. Clasificaciones completas fueron basadas en comparaciones de comportamientos y que son coherentes con las clasificaciones que emanan de la estructura del cuerpo. Muchas veces comparaciones de comportamientos pudieron dar indicaciones decisivas, cuando los datos morfológicos eran ambiguos. Más importante fue el reconocimiento, que cambios en el comportamiento - tal vez sin excepción – pueden servir como un marcapasos de la evolución. La elección de un nuevo hábitat, la inclusión de una nueva fuente alimenticia, crean una presión selectiva y pueden gatillar importantes impulsos adaptativos. Casi no se puede dudar, que uno de los eventos más importantes en la historia de la vida de cambios de comportamientos fue activado, como la conquista de la tierra o del aire. A la presión selectiva, que refuerza estos pasos evolutivos, los investigadores le dedican una atención en crecimiento.
Esta conclusión nos trae un dilema. La eugenesia, la selección arbitraria según criterios de la salud genética, se encuentra en conflicto con los máximos valores de la humanidad. Pero aparte de toda consideración moral: La información que, el fundamento para una selección como esta, simplemente no existe. No sabemos prácticamente nada sobre los componentes genéticos de las propiedades humanas, exceptuando las físicas. Existe una enorme cantidad y muchos matices de lo llamado “bueno” o “útil” u hombre adaptado. Quien iba a estar seguro de que elegiría hoy una cierta cantidad de características ideales, si no se producen los cambios sociales por nuevos avances tecnológicos, que quizás mañana una cantidad de propiedades compuesta de forma totalmente distinta podría llevar a la esperada sociedad harmónica. “La humanidad se encuentra en medio del desarrollo”, dice Dobzhansky, “pero no podemos saber en que dirección va el desarrollo biológico”.-
También hay que considerar otra evolución, la de la cultura humana. Esto es un proceso limitado al ser humano, en el cual el medio ambiente no sólo lo forma a él y lo obliga a la adaptación, sino que también se forma y adapta a si mismo. Los pájaros, los murciélagos y los insectos recorrieron una evolución de millones de años, hasta que desarrollaron la capacidad para volar. “El ser humano llegó a ser el volador más formidable de todos, pero no por una reconstrucción de su genotipo, sino por la construcción de máquinas voladoras”, dice Dobzhansky. La evolución cultural avanzca mucho más rápido que la evolución biológica. Una de las razones para esto es la capacidad de las razas humanas, para desarrollar la cultura por la transmisión de informaciones aprendidas de generación en generación, incluido valores amorales (, cuan y amorales). De seguro se pueden obtener aún grandes avances en esta área, en especial si se piensa cuan discreto es el nivelo de los valores morales de la humanidad actualidad. Tan poco como podemos manejar nuestra evolución biológica, tan fácilmente podríamos influenciar sobre nuestro desarrollo cultural y moral. Intyentar esto y encontrar directrices para esto, que puedan se aceptables para la humanidad, sería una meta evolucionista realista; con el requisito, de que existan límites para una evolución cultural y moral en una especie, cuya evolución biológica se deja a si mismo.